La sal para lavavajillas es un complemento esencial para asegurar el correcto funcionamiento de este electrodoméstico y obtener resultados óptimos en el lavado de vajillas. En este artículo, te explicaremos cuál es la función principal de la sal, qué pasa si no se utiliza y cómo se debe poner en el lavavajillas.
¿Cuál es la función principal de la sal en el lavavajillas?
La principal función de la sal en el lavavajillas es ayudar a combatir la cal del agua. Todos los lavavajillas cuentan con un descalcificador interno que ayuda a suavizar la dureza del agua, pero la sal complementa esta tarea.
La cal presente en el agua puede provocar manchas blancas en la vajilla y a largo plazo, dañar el electrodoméstico. El descalcificador del lavavajillas evita el exceso de cal en el agua, pero en zonas con agua dura, la sal es esencial para reblandecer el agua y lograr un lavado impecable.
En zonas con agua blanda o media, el descalcificador interno del lavavajillas es suficiente para controlar la cal. Sin embargo, no está de más utilizar sal de vez en cuando para ayudar a regenerar el descalcificador.
¿Qué pasa si no se utiliza sal en el lavavajillas?
En zonas con una dureza baja o moderada del agua, no utilizar sal en el lavavajillas no tendrá un impacto significativo en el funcionamiento del electrodoméstico. Sin embargo, en zonas con una dureza alta o extrema del agua, no utilizar sal puede provocar mal funcionamiento del lavavajillas y diversas averías.
Si la concentración de cal en el agua es menor de 16 mg/l, no es necesario el uso de sal, ya que el descalcificador interno del lavavajillas cumplirá su función sin demasiado esfuerzo. Sin embargo, en zonas con dureza intermedia, a largo plazo pueden surgir problemas, por lo que es recomendable utilizar sal de vez en cuando.
¿Cómo se debe poner la sal en el lavavajillas?
Es importante añadir la sal al lavavajillas antes de utilizarlo, ya que si se añade después, puede generar corrosión con el tiempo. Además, es fundamental utilizar sal específica para lavavajillas, aunque en este caso, es más por comodidad que por eficacia.
Para añadir la sal, consulta el manual de instrucciones del lavavajillas para conocer la ubicación del depósito de sal. Una vez localizado, utiliza un embudo para verter la sal en el depósito.
Si es la primera vez que utilizas el lavavajillas, es recomendable añadir un poco de agua al depósito antes de añadir la sal. Si no es la primera vez, es normal que haya agua en el depósito y que se desborde al añadir la sal.
Una vez lleno el depósito de sal, solo tienes que poner en funcionamiento el lavavajillas. Si no necesitas lavar vajilla en ese momento, es conveniente realizar un ciclo de prelavado para eliminar los restos de sal que puedan quedar en el lavavajillas.
¿Qué tipo de sal se debe utilizar en el lavavajillas?
Para el lavavajillas, se recomienda utilizar sal específica para lavavajillas. Esta sal está especialmente diseñada para su uso en este electrodoméstico y garantiza un rendimiento óptimo. No se recomienda utilizar sal de mesa o cualquier otro tipo de sal, ya que pueden contener impurezas o aditivos que pueden afectar el funcionamiento del lavavajillas.
La sal para lavavajillas es un elemento esencial para garantizar un correcto funcionamiento del electrodoméstico y obtener resultados óptimos en el lavado de vajillas. Aunque su uso es más necesario en zonas con agua dura, en zonas con agua blanda o media también es recomendable utilizarla de vez en cuando para ayudar a regenerar el descalcificador interno del lavavajillas. Recuerda seguir las instrucciones del fabricante y utilizar sal específica para lavavajillas para obtener los mejores resultados.
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