La carencia material y la privación de bienes básicos son dos indicadores que permiten medir la exclusión social en un país. En el caso de España, la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) del INE proporciona información sobre la carencia material y la carencia material severa, que son dos formas de privación de bienes materiales.
¿Qué es la carencia material?
La carencia material se refiere a la falta de acceso a determinados bienes y servicios básicos que son necesarios para llevar una vida digna. En el caso de la ECV, se considera que una persona vive en una situación de carencia material si su hogar carece al menos de tres de los nueve artículos siguientes:
- No puede permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año.
- No puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días.
- No puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada.
- No tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos (de 650 euros).
- Ha tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal o en compras a plazos en los últimos 12 meses.
- No puede permitirse disponer de un automóvil.
- No puede permitirse disponer de teléfono.
- No puede permitirse disponer de un televisor.
- No puede permitirse disponer de una lavadora.
Es importante destacar que la carencia material se mide a nivel de hogar, es decir, si una persona vive en un hogar que cumple con al menos tres de los nueve criterios mencionados, se considera que esa persona no está en situación de carencia material.
¿Qué es la carencia material severa?
La carencia material severa es una forma más extrema de privación de bienes materiales. Según la definición de la ECV, una persona vive en una situación de carencia material severa si su hogar carece al menos de cuatro de los nueve artículos mencionados anteriormente.
La importancia de la lavadora en la vida cotidiana
Uno de los artículos mencionados en la lista de carencia material es la lavadora. A primera vista, puede parecer un bien no esencial, pero en realidad, la lavadora desempeña un papel fundamental en la vida cotidiana de las personas.
La lavadora permite ahorrar tiempo y esfuerzo en la tarea de lavar la ropa, especialmente en hogares con niños o en los que ambos miembros de la pareja trabajan fuera de casa. Además, tener una lavadora propia evita la necesidad de acudir a lavanderías públicas o pagar por servicios de lavandería, lo que supone un ahorro económico a largo plazo.
Además, la falta de acceso a una lavadora puede tener un impacto negativo en la salud y el bienestar de las personas. La ropa sucia acumulada puede convertirse en un foco de bacterias y malos olores, lo que puede afectar a la higiene personal y a la calidad de vida en general.
La carencia material, incluyendo la privación de una lavadora, es un indicador de exclusión social. Vivir en un hogar que carece de los bienes básicos necesarios para llevar una vida digna puede limitar las oportunidades de desarrollo personal y social de las personas.
La falta de acceso a una lavadora puede dificultar la participación en la vida laboral y educativa, ya que tener ropa limpia y bien cuidada es fundamental para causar una buena impresión en el ámbito laboral y escolar. Además, la carencia material puede contribuir a la perpetuación de la pobreza, ya que las personas en esta situación tienen menos recursos para invertir en su desarrollo personal y profesional.
¿Cómo se mide la carencia material y la carencia material severa?
La carencia material se mide a través de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) del INE, que utiliza una lista de nueve artículos básicos. Se considera que una persona vive en una situación de carencia material si su hogar carece al menos de tres de estos artículos. Por otro lado, la carencia material severa se define como la falta de al menos cuatro de los nueve artículos mencionados.
Además de la carencia material, existen otros indicadores que se utilizan para medir la exclusión social, como el riesgo de pobreza después de transferencias sociales y la intensidad laboral. Estos indicadores permiten tener una visión más completa de la situación de exclusión social en un país.
Reducir la carencia material y la exclusión social requiere de políticas sociales y económicas adecuadas. Es necesario garantizar el acceso a empleos dignos y bien remunerados, así como a servicios básicos como la vivienda, la educación y la salud. Además, es importante promover la igualdad de oportunidades y la inclusión social de todas las personas.
¿Cómo se puede ayudar a las personas en situación de carencia material?
Existen diversas organizaciones y programas sociales que trabajan para ayudar a las personas en situación de carencia material. Estas organizaciones proporcionan apoyo económico, alimentos, ropa y otros recursos básicos, así como orientación y asesoramiento para mejorar la situación de las personas en exclusión social.
La carencia material, incluyendo la privación de una lavadora, es un indicador de exclusión social y puede limitar las oportunidades de desarrollo personal y social de las personas. Garantizar el acceso a los bienes básicos necesarios para llevar una vida digna es fundamental para reducir la exclusión social y promover la igualdad de oportunidades.
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