El centrifugado es una función muy importante para cualquier lavadora, ya que acelera el proceso de secado y ayuda a eliminar el exceso de detergente y suavizante de la ropa. Sin embargo, en ocasiones nos encontramos con que la lavadora no centrifuga. En este artículo, te explicaremos las posibles causas de este problema y cómo solucionarlo.

¿Por qué mi lavadora no centrifuga?
Si tu lavadora no centrifuga, lo primero que debes hacer es consultar el manual de instrucciones. En él encontrarás información específica sobre los problemas y averías más comunes de tu modelo de lavadora. A continuación, te mencionamos algunas de las causas más habituales por las que la lavadora no centrifuga:
- La carga no está equilibrada: durante el lavado y el aclarado, la carga puede distribuirse de manera desigual, lo que hace que la lavadora no pueda centrifugar correctamente. En este caso, simplemente debes abrir la puerta de la lavadora y redistribuir la carga manualmente antes de reanudar el programa de centrifugado.
- Hay agua en el tambor: si la lavadora no centrifuga ni desagua, es posible que haya un problema con el filtro de la bomba o con la manguera de drenaje. Te recomendamos revisar y desatascar el filtro y la manguera si es necesario.
- Exceso de espuma: si hay demasiada espuma en el tambor, la lavadora no permitirá que el programa pase a la fase de centrifugado. Esto puede ocurrir si has utilizado una cantidad excesiva de detergente. En este caso, realiza un aclarado extra y utiliza la dosis adecuada de detergente en futuros lavados.
¿Qué hacer si la ropa sigue húmeda después del centrifugado?
Si la lavadora centrifuga pero la ropa sigue húmeda, es posible que haya problemas similares a los mencionados anteriormente. Por ejemplo, puede haber obstrucciones en el filtro de la bomba de agua o en la manguera de drenaje, lo que impide que el agua se evacue correctamente. Además, un exceso de detergente también puede generar demasiada espuma en el tambor y afectar el proceso de centrifugado. En estos casos, te recomendamos realizar un nuevo aclarado y activar la fase de centrifugado nuevamente.
¿Por qué mi lavadora golpea al centrifugar?
Si tu lavadora golpea al centrifugar, es posible que haya algunas causas comunes y de fácil solución. Por un lado, puede ser que la lavadora no esté sobre una superficie estable o regular, lo que provoca que se desestabilice durante el centrifugado y golpee el mueble o el suelo. En este caso, ajusta las patas de la lavadora para asegurar su estabilidad.
Por otro lado, si has cargado la lavadora con demasiada ropa, el movimiento de centrifugado puede ser más violento y provocar golpes. Es importante seguir las recomendaciones del manual de instrucciones en cuanto al peso máximo de carga. Además, asegúrate de haber retirado los pernos de seguridad para el transporte, ya que pueden causar ruidos y daños durante el centrifugado.
Si prefieres un centrifugado más suave, puedes seleccionar una velocidad personalizada más baja. Esto es especialmente recomendable para prendas delicadas que no toleran altas velocidades de centrifugado.
¿Qué hacer si ninguna de estas soluciones funciona?
En caso de que ninguna de estas soluciones solucione el problema de la lavadora que no centrifuga, te recomendamos contactar con el servicio técnico de lavadoras. Ellos podrán revisar a fondo el electrodoméstico y detectar cualquier otro problema o avería que esté afectando su funcionamiento.
Si tu lavadora no centrifuga, verifica que la carga esté equilibrada, revisa el filtro y la manguera de drenaje, evita el exceso de espuma y asegúrate de que la lavadora esté correctamente nivelada. Si el problema persiste, no dudes en contactar al servicio técnico para obtener ayuda profesional.
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